Factores que influyen en la Atracción |
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El ser humano necesita de la sociedad para poder desarrollar sus potencialidades, es en ella donde nace, crece y muere y, mientras vive, tiene la necesidad de establecer relaciones interpersonales que van más allá de la mera sobrevivencia con otros seres humanos. Hay multitud de factores que aumentan la probabilidad de sentir atracción por una persona, entre los que se encuentran los siguientes: Factores situacionales: - Proximidad: la mayorÃa de nuestras amistades y relaciones amorosas son personas con quienes interactuamos con cierta frecuencia. No somos conscientes hasta que punto nuestro entorno fÃsico modula nuestro comportamiento. Esto implica que nos relacionemos con quienes están más cerca. Hay dos tipos de factores que influyen en que las personas coincidamos unas con otras: 1) Factores sociales o institucionales 2) Las caracterÃsticas personales del individuo Además de esto, existen mecanismos psicológicos que influyen en la atracción: a) Las personas más cercanas fÃsicamente son también, generalmente, las más accesibles. b) En nuestra sociedad, se nos ha enseñado que puede ser inadecuado, o incluso peligroso, tratar con extraños. c) La proximidad puede incrementar la familiaridad y ésta puede, a su vez, aumentar la atracción. Este efecto fue denominado como el efecto de la mera exposición y consiste, sencillamente, en que la percepción de forma repetida de un estÃmulo que inicialmente es neutral o positivo, lleva a una mayor atracción hacia el estÃmulo. d) La semejanza es, precisamente, otro factor que puede explicar la mayor atracción hacia quienes tenemos más cerca. Cuanto más nos perezcamos a la otra persona más nos gustará estar con ella. Factores asociados a la persona: Las caracterÃsticas fÃsicas de las personas que percibimos son, especialmente importantes en los primeros encuentros. Estas caracterÃsticas pueden influir decisivamente en que existan o no posteriores contactos. Según las TeorÃas ImplÃcitas de la Personalidad (T.I.P), existe un efecto de halo, el cual hace suponer que el que tiene una buena cualidad fÃsica también tendrá otras cualidades buenas. Aunque, a veces el atractivo también puede estar asociado a caracterÃsticas negativas. Por ejemplo, las mujeres muy atractivas pueden ser juzgadas como más materialistas o vanidosas que las menos atractivas, o pueden ser consideradas más culpables que éstas últimas cuando se las juzga de un delito en el que media el engaño. Mientras que los polÃticos varones atractivos eran más valorados que los menos atractivos, en el caso de las mujeres la tendencia era inversa: las mejor evaluadas fueron las menos atractivas. Una segunda explicación de por qué nos gustan las personas atractivas, la constituye el hecho de que cuando nos asociamos con una persona de estas caracterÃsticas, nuestra imagen pública sale favorecida. AsÃ, diversos estudios han mostrado que cuando un hombre aparece acompañado de una mujer muy atractiva, aumenta la favorabilidad de la impresión que causa. En el caso contrario (cuando es una mujer acompañada de un hombre atractivo), los resultados de los diferentes estudios no son totalmente coincidentes. No sólo la apariencia fÃsica influye en lo atractiva que nos resulte una persona, también influyen los rasgos de personalidad de la persona. Los cinco rasgos más valorados fueron: sincero, honesto, comprensivo, leal y digno de confianza. Mientras que los menos valorados fueron los siguientes: mentiroso, falso, mezquino, cruel y deshonesto. El valor de una caracterÃstica positiva suele aumentar cuando hace referencia a una cualidad que puede beneficiarnos. Además de las caracterÃsticas de personalidad, otros atributos de las personas son de considerable importancia en la evaluación que se hace de su atractivo. Gran parte de estos atributos pueden resumirse en su capacidad para informarnos del poder, prestigio o posición social de la persona que percibimos. En general, cuanto mayor es la presentación de estas caracterÃsticas, mayor es el atractivo, especialmente cuando se trata de varones. Semejanza: Los estudios han demostrado que conforme aumenta la semejanza entre las personas, también aumenta la atracción. Atrae que la persona sea muy parecida a ti, tanto, a nivel psicológico, como a nivel fÃsico y, que se encuentre cerca en el ámbito geográfico. Las razones por las que la semejanza produce atracción son: a)Según las teorÃas de la consistencia cognitiva, ser semejante a alguien y no sentirse atraÃdo por esa persona es una relación de desequilibrio; el equilibrio ocurre cuando alguien es semejante y nos gusta, o cuando no nos gusta y es diferente. b)La semejanza es, con frecuencia, reforzante. Aunque no siempre es asÃ. Si la otra persona es semejante a nosotros, pero tiene alguna caracterÃstica negativa adicional, es probable que la semejanza, en vez de llevar a la atracción, lleve al rechazo, intentando distanciarnos de alguien que puede dañar nuestra autoestima. c)Probablemente a la mayorÃa de personas les gustarÃa casarse con personas guapas, ricas, inteligente, culta y famosa. Sin embargo, pocas personas se afanan en tener tal relación. Porque, generalmente, las personas y las cosas más valoradas son las más difÃciles de conseguir. Por eso, de acuerdo con la teorÃa de la expectativa-valor las personas buscamos objetivos en los que estén equilibrados su valor y la posibilidad de conseguirlos. Concretamente, en el caso de la atracción interpersonal, estas teorÃas sugieren que, en la vida real, nos sentiremos atraÃdos hacia la persona más valorada dentro del campo de aquellas personas que pueden correspondernos. Reciprocidad: La atracción que experimentamos hacia una persona es fruto del curso que tomen nuestras interacciones con ella. Uno de los factores que influyen en el desarrollo de estas relaciones es la existencia o no de reciprocidad en la relación. Es decir, que también nosotros le resultemos atractivos a esas personas. |
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Publicado en apoyo psicológico por: Gemma Asarbai el 25-01-2012 archivado en Definiciones y Conceptos
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