spacer
 

¿Estamos preparados para quitarnos la mascarilla?


 
 

 


Al acabar la festividad de Semana Santa, Sanidad ha tomado la decisión de quitar el uso de mascarillas, tanto en exteriores, como en interiores, a excepción de algunos lugares, como hospitales, medios de transporte y farmacias.

Pero, ¿estamos preparados para este cambio?

Tengo serias dudas respecto a este acontecimiento, ya que se creía que cuando este momento llegara iba a ser una liberación para la población el hecho de poder respirar sin ningún tipo de barrera de por medio, pero ¿por qué ahora que tenemos esa “libertad” no hacemos uso de ella?.

En primer lugar porque los cambios, ya sean para bien o para mal, pero requieren de un proceso de adaptación y después de haber estado dos largos años usando tal accesorio, se nos hace difícil salir a la calle sin él.
Además, no debemos olvidarnos que, aunque la situación sanitaria está bastante más controlada, pero realmente, aunque con menor frecuencia, mejor pronóstico y menores consecuencias, pero el virus sigue existiendo.

No debemos olvidar la importancia que le damos a la sensación de control de la situación y esa sensación de control de nuestra salud, en gran medida, durante estos años nos la ha dado el uso de la mascarilla.

Estos días estoy pensando mucho en cómo fue el proceso inicial y me acuerdo de lo raro que nos resultaba el coger la mascarilla para salir a la calle, incluso muchos de nosotros, en más de una ocasión, hemos salido sin ella y al llegar a la calle y ver a las personas cubiertas con diversos tipos de protecciones, hemos tenido que volver rápidamente a casa para cogerla y con miedo de no cruzarnos con ningún vecino.
Una vez en la calle, los primeros días eran muy raros, no nos reconocíamos incluso con personas de nuestro entorno y, en más de una ocasión, sobre todo los días iniciales, nos daba vergüenza su uso, pero pasado el tiempo nos acostumbramos y nos juzgábamos y mirábamos todos a ver quién la llevaba y quien no y hacíamos juicios de valor de quien no hacía uso de ella, como si de un acto homicida se tratara, incluso, en ocasiones llegando a reprendernos entre nosotros.

Poco a poco su uso se fue extendiendo, a tal punto que ahora mismo hay personas que hemos conocido durante la pandemia y ahora las tenemos que volver a conocer porque nunca hemos visto su cara al completo o ningún tipo de sonrisa ni expresión, más allá de una mirada.

Ahora bien, a nivel psicológico todos estos cambios han producido innumerables secuelas, algunas de ellas podrían ser:

- Aumento de la ansiedad, desasosiego e inquietud que provoca estar en espacios cerrados sin protección, perdiendo la sensación de control sobre tu salud, sensación de incertidumbre por la efectividad de las vacunas.
- Autoestima y sensación de vulnerabilidad por la desnudez del rostro.
También debido a que el cuidado se ha visto deteriorado tras su uso.
- Percepción de riesgo al pensar que esto va a ocasionar que se vuelvan a disparar los contagios.
- Sensación de pertenencia a un grupo y ver reforzada por otras personas la decisión de dejar de llevarla.
- Miedo a lo desconocido, dado que personas jóvenes han abrazado su madurez desde la perspectiva de llevar la mascarilla en todo momento.
- Miedos por haber tenido que afrontar una pérdida por este motivo o personas que lo hayan pasado de forma severa y le puedan quedar secuelas.
- Incertidumbre ante la información contradictoria.

Por el contrario existen personas que el eliminar el uso de mascarillas ha supuesto una liberación, algunos de los motivos son:

- Recuperar las rutinas perdidas.
- La existencia de vacunas y tratamientos frente al virus.
- Mejor comunicación verbal y no verbal con el interlocutor, facilitando la socialización, las expresiones, las emociones y el contacto físico.
- Mayores encuentros sociales.

Como principal consejo lo que diría es que el hecho de que sanidad haya tomado esta decisión, no quiere decir que nos sintamos obligados a pasar del todo a nada repentinamente, todo cambio y transformación necesita un proceso de adaptación y si aún no se está preparado se puede hacer paulatinamente.

Como segundo punto, recalcar que cualquier consecuencia psicológica que se haya podido cronificar y que impida el desarrollo de una vida plena (ansiedad, depresión, baja autoestima…), hay que tratarlo con profesionales que nos den herramientas para poder tener más calidad de vida.

Y como último punto y uno de los más importantes, siempre hacer uso de la información de fuentes fiables, ya que existen cantidad de medios en los que la información se manipula o se ve sesgada y esto puede ocasionar desinformación o información errónea que puede producir miedos y temores irracionales.

 
 
Publicado en apoyo psicológico por: Gemma Asarbai el 22-04-2022 archivado en Definiciones y Conceptos

 
 
spacer
spacer

workwithus
Un par de manos extra siempre son bienvenidas, ayúdanos a construir esta comunidad de ayuda Haciendo click aquí


Estamos aquí para ayudarle pero en casos extremos no hay que perder tiempo.
En caso de extrema urgencia llame al teléfono de emergencias 112

Imágenes extraídas de Wikimedia Commons, colabore con el proyecto en: https://donate.wikimedia.org
Créditos: Ansiedad: GRPH3B18, Depresión: Baker131313, Estrés: MismibaTinasheMadando, Duelo: Elekes Andor

© Apoyo Psicológico 2022 - Puede utilizar cualquier contenido de esta web citando a los autores.+info Aviso Legal

spacer