¿Qué es la ansiedad? |
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La ansiedad es una respuesta emocional o mecanismo de defensa que se presenta en la persona que percibe o interpreta una situación como amenazante. Todo ello hace que el organismo esté alerta para dar respuesta a situaciones poco comunes o generadores de riesgo. Sentir ansiedad es totalmente normal y bastante habitual, ya que en nuestra vida cotidiana existen infinidad de momentos, situaciones y estÃmulos estresantes. La ansiedad por sà misma no es buena ni mala, es adaptativa, pero siempre va a depender de diversos factores, tales como: magnitud, frecuencia, incapacidad para la vida diaria, etc. Es positiva porque tiene la capacidad de movilizarnos frente a situaciones que consideramos preocupantes y asà mantener nuestro organismo alerta y dispuesto para intervenir frente a estos riesgos y amenazas, para que no se produzcan, o se minimicen sus consecuencias. Pero, por otro lado, estarÃamos hablando de ansiedad patológica o trastorno de ansiedad cuando la preocupación es desproporcionada, excesiva, recurrente o irracional y provoca un deterioro funcional, afectando a distintas áreas de nuestra vida. Los sÃntomas pueden ser muy variados y se clasifican en tres niveles: 1) Cognitivos: sensación indeterminada de inquietud, preocupación excesiva, aprensión, obsesiones, pensamientos negativos diarios y miedo intenso e irracional, problemas de concentración, tensión interna, pensamiento repetitivos, revivir acontecimientos traumáticos... 2) Fisiológicos: mareos, sudoración, temblores, incremento de la tensión muscular, falta de aire, palidez, dificultad para respirar, sequedad en la boca, hiperventilación, agitación... 3) Conductual: evitación de situaciones temidas, hiperactividad, movimientos y conductas repetitivos, tics nerviosos, tartanudez, irritabilidad, lloro, dificultad para dormir... Los sentimientos de ansiedad no solo pueden condicionar psicológicamente a una persona, sino que también pueden llegar a ser la causa y/o la consecuencia de sÃntomas fÃsicos y psicológicos del estrés. La reacción fÃsica puede ser a veces tan intensa que llega a producir ataques de pánico o incluso convulsiones. Las causas de los trastornos de ansiedad se desconocen, aunque se cree que puede ser debido a ciertas experiencias vitales, traumas, enfermedad, estrés prolongado, tipo de personalidad, drogas, alcohol… Dependiendo del tipo de ansiedad que se presente, existen diversos tratamientos psicológicos para mejorar los trastornos de ansiedad, entre ellos podemos hablar de: - Técnicas de relajación: enseña a la persona a relajarse, a aprender a respirar correctamente y a disminuir la activación fisiológica. Algunas de estas técnicas pueden ser la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson o el entrenamiento autógeno de Schultz. - Técnicas de exposición: mediante la exposición del paciente a situaciones u objetos temidos se pretende que el paciente vaya adquiriendo una sensación de control sobre la ansiedad y, de esta manera la situación tenderá a desaparecer, ya que el paciente debe confrontar el estÃmulo temido hasta que la ansiedad se reduce gracias a la habituación. Siempre se debe evitar la respuesta de escape y/o evitación. Para llevarlo a cabo, se suelen establecer una jerarquÃa de estÃmulos temidos, de manera que el paciente pueda ir acercándose a estos estÃmulos hasta lograr la extinción. Este tipo de técnicas pueden llevarse a cabo tanto en vivo como de manera imaginaria. - Desensibilización sistemática: aunque se puede parecer a la exposición, se emplea el contracondicionamiento, es decir, la sustitución de una respuesta que produce ansiedad, por otra incompatible con la misma. En la desensibilización sistemática la aproximación al estÃmulo ocurre de manera gradual, pero en la técnica de exposición el ritmo de aproximación depende del tiempo disponible, la disposición del paciente y la tasa de habituación. La desensibilización sistemática incluye tres partes: • Aprender habilidades de relajación. Una vez que el paciente afronta sus miedos, emplear estas técnicas de relajación para reducir su respuesta de ansiedad y estimular la relajación. • Elaborar una lista paso a paso. Se seleccionan de 10 a 20 situaciones de miedo para progresar hasta el objetivo final. • Trabajar los pasos bajo la guÃa del terapeuta. El paciente se expone a la situación temida y sustituye la ansiedad por las técnicas aprendidas. - Reestructuración cognitiva: se basa en la idea de que la forma en que nos sentimos, nos comportamos y respondemos a las situaciones en base a nuestra manera de pensar, por lo que esta técnica intenta modificar patrones de pensamiento y creencias disfuncionales. De esta forma se pretende ayudar a las personas a identificar y desafiar los patrones de pensamiento y las creencias que provocan ansiedad. - Mindfulness: se centra en la autoaceptación, la compasión, en focalizar la atención en el aquà y el ahora, y en adoptar una mentalidad no enjuiciadora. Se basa en la idea de que no son los eventos los que provocan ansiedad, sino cómo los interpretamos y cómo los afrontamos. No se trata de eliminar la ansiedad sino de aceptarla, porque al no oponer resistencia, la sintomatologÃa ansiosa se reduce. En algunos casos también se puede complementar la terapia psicológica con la farmacológica, siempre bajo prescripción médica. Cuando se sufre de ansiedad lo más aconsejable es acudir a terapia psicológica, ya que ayuda a descubrir las causas subyacentes de las preocupaciones y temores y facilita herramientas para poder mejorar la vida. La duración del tratamiento siempre va a depender de la gravedad del trastorno de ansiedad, pero, por norma general suelen ser relativamente cortas y requieren de pocas sesiones terapéuticas. Imágen gracias a GRPH3B18 - Imágen distribuida bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported |
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Publicado en apoyo psicológico por: Gemma Asarbai el 16-03-2022 archivado en Definiciones y Conceptos
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